lunes, 24 de noviembre de 2014

Cómo sacar adelante a las larvas de axolote


Una vez que eclosionan los huevos llega el momento de empezar a cuidar y alimentar a los pequeños. Para los que tengan experiencia dentro del mundo de la acuariofilia, no encontrarán en esto ningún misterio, ni grandes complicaciones.  Pero si bien podemos decir que no es un animal difícil de reproducir en cautiverio, el sacar adelante un número elevado de crías requiere de cierto trabajo y dedicación.



Alimentación  y cuidados básicos


Los primeros días deberemos alimentarlos con pequeños microorganismos.  Está la posibilidad de criar infusorios, artemia salina, microgusanos de la avena u otros alimentos que de acuerdo a su tamaño puedan ser ingeridos por los pequeños axolotes, que si bien poseen unos pequeños dientes rudimentarios, los utilizan para sujetar, pero no para masticar o desgarrar y por lo tanto, tragan el alimento entero.  Luego a medida que vayan creciendo, podemos ir introduciendo otros alimentos como el grindal, las daphnyas (pulgas de agua), las larvas de mosquito, trozos de lombriz, de pescado, etc.

Dentro de los cuidados básicos que requieren estos pequeños está también la limpieza.  Aquí deberemos tener un cuidado especial cuando administramos los nauplios de artemia, que por desgracia, mueren a las pocas horas en agua dulce para pasar a descomponerse si no son comidos.  
El echar alimento demás, si luego no procedemos a limpiarlo, podrá contaminar el agua dando como resultado una muerte masiva de las larvas de axolote o ajolote.  Por lo tanto, todo exceso de alimento debe ser eliminado.  Así mismo, deberemos hacer cambios de agua parciales para mantenerla en óptimas condiciones.

Si bien no debemos excedernos con el alimento, es conveniente alimentar varias veces al día para mantenerlos saciados porque no dudarán en comerse entre ellos si sienten hambre.





Acerca de las lesiones: "cortar por lo sano" 

Aunque son animales tranquilos, cuando tenemos varios ejemplares juntos en un espacio reducido, es posible que surjan enfrentamientos, especialmente a la hora de alimentarse.  Normalmente sin consecuencias, pero en ocasiones terminando en graves lesiones.  
A esta altura, si hemos leído las entradas anteriores del blog, sabemos que los axolotes pueden regenerar cualquier miembro amputado.  Si esto ocurre, tampoco es motivo de  gran preocupación, aunque sí, de tomar ciertos recaudos.  
Lo primero que debemos observar es que se haya producido un corte limpio.  Si es así, lo único que debemos hacer es mantener el agua en óptimas condiciones para que la herida no se infecte mientras cicatriza y darle tiempo para que regenere el tejido perdido.  Pero si no es así y presenta laceraciones y partes de una extremidad colgando, recomiendo que con algo afilado, para causar el menor dolor en el animal, corten la parte afectada.  Esto que alguno le podrá parecer una crueldad evitará una posible infección y permitirá que se forme el muñón más rápidamente.  Si no lo hacemos pueden pasar dos cosas: que la herida se infecte y que el animal muera o que la zona se termine cayendo sola y se vuelva a regenerar.  En cualquier caso, no estamos causando un mal mayor del que había y no acarreará ninguna secuela a largo plazo.  


Algunos consejos útiles

  • Mantener el agua muy limpia.
  • Disponer de mucho lugar para evitar el hacinamiento.
  • Mantener bien alimentados a los pequeños para que no estén hiperactivos, se vuelvan agresivos  y se agredan entre ellos.
  • Ir separándolos según su tamaño para evitar el canibalismo, ya que el crecimiento es bastante desparejo entre los ejemplares de la misma puesta.
  • Disponer de varios cultivos de cada alimento con anterioridad y en grandes cantidades, ya que son animales de un apetito voraz, especialmente de pequeños y durante su etapa juvenil.
  • Tomarse la molestia de observarlos detenidamente y con frecuencia para observar su crecimiento y las posibles lesiones y amputaciones que puedan surgir a causa de peleas.
  • Separar a los lesionados hasta que se recuperen.  Sabemos que los axolotes son capaces de regenerar miembros amputados pero eso no quita que mientras dure el proceso estén en inferioridad de condiciones y sean nuevamente atacados.
  • Resistirse a la tentación de quedarnos con más ejemplares de los que podremos mantener en buenas condiciones.
  • Y por último, si vamos a regalar, cambiar o venderlos, asesorar responsablemente a los futuros dueños acerca de sus cuidados, hábitos y peculiaridades, que los hacen a la vez tan interesantes como únicos.













viernes, 7 de noviembre de 2014

La reproducción del axolote. (Segunda parte)


En la entrada anterior había hablado sobre la reproducción del axolote o ajolote y concluía con un vídeo de un ejemplar albino desovando.  Hoy retomaremos el tema desde ese momento y veremos la evolución de los huevos hasta el momento del nacimiento de las larvas.



Los huevos y el desarrollo embrionario

Los huevos del ambystoma mexicanum tienen a simple vista, la apariencia de un grano de pimienta, o algo más pequeños dependiendo del tamaño de la hembra y de lo cuantiosa que sea la puesta y en principio su color dependerá exclusivamente del color de la hembra.  


                   
                                     
   
  


Es decir, una hembra de coloración silvestre, depositará una totalidad de huevos de coloración silvestre y una hembra albina hará lo propio depositando huevos albinos.  Lo curioso es que esos mismos huevos podrán ir cambiando de color mientras se van desarrollando y algunos ejemplares cambiarán de color luego de varios días de nacidos, pasando por coloraciones intermedias.


                       
                                     

      
 


El desove del axolote, que por lo general es depositado sobre plantas u otros objetos que formen parte de la decoración del acuario, está recubierto por una sustancia gelatinosa transparente que lo protege de posibles infecciones.



                                     
 


Una particularidad que presenta el huevo del axolote es que es transparente, lo cual nos permitirá ver el desarrollo del embrión desde el momento en que es depositado, pudiendo ver claramente desde los primeros cambios de forma, hasta el desarrollo de las branquias externas en los últimos días.



                                      

                                       
          
El período de incubación en algunos casos puede ser de menos de diez días o extenderse a tres o cuatro semanas y dependerá en gran medida de la temperatura del agua.  A mayor temperatura, más rápido nacerán, aunque siempre hay que evitar que pase de los 20ºC.



                                       
                                   

                                                                   
Los nacimientos se irán produciendo de forma paulatina, pudiendo haber una diferencia de varios días entre el primer nacimiento y el último.  Por esta razón, yo recomiendo que a medida que vayan naciendo sean separados de los que aun no lo hicieron, ya que tendremos que ir pensando en alimentarlos y el alimentarlos implica comenzar una rutina de limpieza que se dificulta mucho con la masa gelatinosa que envuelve a los huevos.



         


Por otra parte, esa diferencia de días a veces determina una diferencia de tamaño considerable entre los mismos hermanos de la camada, que habrá que vigilar para que no termine causando numerosas bajas por canibalismo.

La próxima publicación tratará sobre la alimentación y los cuidadados necesarios para sacar adelante a las pequeñas larvas de axolote recién nacidas.